despuès de caminar muchas lunas
Me dio un trozo del hilo dorado para alumbrar las noches sin luna, una pluma de las alas de Ícaro para cubrirme del sol, me prestó una lupa tan pequeña para escapar de los cíclopes; todo lo llevo guardado en un morral que no deja escapar ningún sueño.
Después el minotauro me acompañó hasta el otro extremo de su guarida, me indicó el camino, guardó en el ánfora dos cápsulas de esperanza mezcladas con las alegrías de Baco y cambió mis sandalias para aligerar el camino, después me cubrió con una túnica de color amarillo para no desaparecer…
No hablamos de Ariadna ni de Teseo, no eran el tema yo seguía hablando de ti…
y desde entonces sigo en tu búsqueda….